viernes, 19 de diciembre de 2014

Ropa interior COMESTIBLE

Hola amig@s! En este post os voy a hablar de la ropa interior comestible. Porque si la lencería ya es fabulosa de por sí... imaginaos si se puede comer!


Actualmente podemos encontrar este tipo de productos en casi cualquier sex shop, y Sex Shop Europa no iba a ser una excepción.

Esta rica idea salió de las cabecitas de David Sanderson y Lee Brady, pero no se la dejaron patentar hasta 1975 como “candypants”.

La ropa interior comestible es un complemento original y divertido para tus juegos y preliminares sexuales y no sólo hay braguitas, existen también tangas, sujetadores y hasta anillos para el pene y cubre pezones.

Una cosita, no esperéis encontrar sujetadores con ‘push up’ azucarados o calzoncillos realzadores dulces, son caramelos unidos por un hilo muy fino o gominola derretida con formas, muy simple la cosa.

Estos dulces complementos no disponen de tallas, pero son adaptables. Los hay en varios sabores: chocolate, fresa… pero no saben del todo igual a lo que dice en la caja, es muy artificial.


Ahora bien, como todo lo que hay en este mundo, tiene sus desventajas. Voy a poner en primer lugar su característica pegajosa, ¿por qué? Porque estamos ya en veranito y con el calor… podemos poner todo pringado de gominola. Claro que esto para algunos puede ser una ventaja en tanto que tendrán más para lamer y ensuciarse.

Mucho ojito con las zonas que tienen mucosa, como la vagina, ya que si se altera su ph podéis llegar a coger una infección, mantener siempre una cuidada higiene.

La otra desventaja sería, probablemente (y digo probablemente porque puede haber a quien le guste), que la de gominola se queda pegoteada en los dientes, si esto te resulta muy molesto yo optaría por la de caramelos.

Lo bueno es que la ropa interior comestible es barata, tiene varios sabores para elegir, pueden ser de dos tipos y es muy fácil de conseguir, ¡hasta puedes hacerla tú misma en casa! Yo he visto hacer una derritiendo y aplastando ‘Sugus’ y atándolos con regaliz.

Imaginaos las opciones que tenemos para darle un toque original a nuestras relaciones sexuales y, para qué engañarnos, queda muy sexy.

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